sábado, 25 de abril de 2009
Leer entrelíneas (Mi unicornio azul)
MI UNICORNIO AZUL - Silvio Rodríguez
Mi unicornio azul ayer se me perdió
Pastando lo dejé y desapareció
Cualquier información
bien la voy a pagar
Las flores que dejó, no me han querido hablar
Mi unicornio azul ayer se me perdió
No se si se me fue, no se si se extravió
Y yo no tengo más que un unicornio azul
Si alguien sabe de él le ruego información
Cien mil o un millón yo pagaré
Mi unicornio azul se me ha perdido ayer,
se fue...
Mi unicornio y yo hicimos amistad
Un poco con amor, un poco con verdad
Con su cuerno de añil pescaba una canción
Saberla compartir era su vocación
Mi unicornio azul ayer de me perdió
Y puede parecer acaso una obsesión
Pero no tengo más que un unicornio azul
Y aunque tuviera dos yo solo quiero áquel
Cualquier información la pagaré
Mi unicornio azul se me ha perdido ayer,
se fue...
miércoles, 22 de abril de 2009
Generosidad
En Nápoles hay una costumbre maravillosa: la del caffe pagatto (café pagado). Consiste en tomarse un café y además de pagar dicho café dejar pagado otro para un desconocido que no pueda permitirse el pagarse un café. Los clientes no saben a quién puede tocarle, los camareros llevan la cuenta de todos los cafés pagados y cuando llega alguien y pregunta si hay algún café pagado se le ofrece gracias a la generosidad de otra persona.
martes, 21 de abril de 2009
Belleza
Dicen que el novelista francés Stendhal visitó Florencia (norte de Italia) en 1817, tratando de no perderse ni un detalle para su diario. Pasó todo un día admirando iglesias, museos y galerías de arte y se conmovió a cada paso con el derroche magnífico de cúpulas, frescos, estatuas y fachadas. Pero de pronto, al entrar en la majestuosa iglesia de Santa Croce, se sintió aturdido, con palpitaciones, vértigo, angustia y una sensación de ahogo que lo obligó a salir para tomar aire. El médico que lo revisó le diagnosticó "sobredosis de belleza" y desde entonces ese síntoma se conoce como "Síndrome de Stendhal". El escritor había descubierto un mal que desvela a millones de viajeros de todo el mundo y de todos los tiempos cada vez que pisan Florencia: es tan bella que aturde los sentidos.
lunes, 20 de abril de 2009
Cerrando círculos
CERRANDO CÍRCULOS Por Paulo Coelho.
Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto.
Cerrando círculos, o cerrando puertas, o cerrando capítulos, como quieras llamarlo. Lo importante es poder cerrarlos, y dejar ir momentos de la vida que se van clausurando. ¿Terminó tu trabajo?, ¿Se acabó tu relación?, ¿Ya no vives más en esa casa?, ¿Debes irte de viaje? Puedes pasarte mucho tiempo de tu presente "revolcándote" en los porqués, en devolver el cassette y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho. El desgaste va a ser infinito, porque en la vida, tú, yo, tu amigo, tus hijos, tus hermanos, todos y todas estamos encaminados hacia ir cerrando capítulos, ir dando vuelta a la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la vida y seguir adelante.
No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos porqué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltarlo, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros.
¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir! Por eso, a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, romper papeles, tirar documentos, y vender o regalar libros. Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación.
Dejar ir, soltar,desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que dar vuelta a la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente. El pasado ya pasó. No esperes que te lo devuelvan, no esperes que te reconozcan, no esperes que alguna vez se den cuenta de quién eres tú.
Suelta el resentimiento. El prender "tu televisor personal" para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarte mentalmente, envenenarte, y amargarte. La vida está para adelante, nunca para atrás. Si andas por la vida dejando "puertas abiertas", por si acaso, nunca podrás desprenderte ni vivir lo de hoy con satisfacción.
¿Noviazgos o amistades que no clausuran?, ¿Posibilidades de regresar? (¿a qué?), ¿Necesidad de aclaraciones?, ¿Palabras que no se dijeron?,¿Silencios que lo invadieron? Si puedes enfrentarlos ya y ahora, hazlo, si no, déjalos ir, cierra capítulos.
Dite a ti mismo que no, que no vuelven. Pero no por orgullo ni soberbia, sino porque tú ya no encajas allí en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en esa oficina, en ese oficio.
Tú ya no eres el mismo que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año. Por lo tanto, no hay nada a qué volver. Cierra la puerta, da vuelta a la hoja, cierra el círculo. Ni tú serás el mismo, ni el entorno al que regresas será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático.
Es salud mental, amor por ti mismo, desprender lo que ya no está en tu vida. Recuerda que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo. Nada es vital para vivir porque cuando tú viniste a este mundo, llegaste sin ese adhesivo.
Por lo tanto, es costumbre vivir pegado a él, y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy te duele dejar ir. Es un proceso de aprender a desprenderse y humanamente se puede lograr, porque te repito: nada ni nadie nos es indispensable. Sólo es costumbre, apego, necesidad.
Pero cierra, clausura, limpia, tira, oxigena, despréndete, sacúdete, suéltate. Hay muchas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escojas, te ayudará definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad.
viernes, 17 de abril de 2009
Arte
miércoles, 15 de abril de 2009
martes, 14 de abril de 2009
Ama
lunes, 13 de abril de 2009
sábado, 11 de abril de 2009
Persona
viernes, 10 de abril de 2009
Lluvia
Llueve. Me gusta la lluvia, especialmente cuando no tengo nada que hacer y salir a la calle es una opción. Me he despertado con el sonido de las gotas de agua repiqueteando en la ventana de mi cuarto y, hecha un ovillo debajo del edredón de plumas, pensaba: “que sonido más agradable y que calentita y confortable estoy aquí”. Cuando era una niña me encantaba meterme dentro de los charcos del parque con mis botitas de agua, ahora me gusta ver la lluvia desde mi ventana.
miércoles, 8 de abril de 2009
Nada personal
martes, 7 de abril de 2009
domingo, 5 de abril de 2009
jueves, 2 de abril de 2009
Edad
miércoles, 1 de abril de 2009
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