lunes, 21 de diciembre de 2009

Alegría


















La alegría se encuentra en todas partes, en pequeñas y grandes cosas, en el quehacer diario, en los demás, en nosotros mismos, en cada momento de nuestra vida... ¿no lo ves?

El mundo está lleno de pequeñas alegrías, el arte consiste en saber distinguirlas.

Li Po.

domingo, 20 de diciembre de 2009

Cibeles - Magna Mater
















El afán depredador y los intereses económicos desmedidos del ser humano están mermando el entorno natural. La tierra llora...

Por el amor y respeto que debemos a nuestra madre tierra, porque hay personas que lo demuestran día a día y porque cada vez somos más, he decidido hacer un pequeño homenaje a la deidad que representa a la naturaleza.

Cibeles, diosa griega de la Madre Tierra, era la personificación de la fértil tierra, una diosa de las cavernas y las montañas, murallas y fortalezas, de la Naturaleza y los animales (especialmente leones y abejas). Es una deidad de vida, muerte y resurrección.

Esta diosa es representada en la mitología sobre un carro que simboliza la superioridad de la madre Naturaleza, a la que incluso se subordinan los poderosos leones que tiran del carro.

La leyenda los relaciona con una singular pareja mitológica, Hipómenes (Melanión, en otras versiones) y Atalanta, que compitieron en una carrera de velocidad. La astucia de Hipómenes -inspirado por la diosa del amor, ya que el premio era la mano de Atalanta- hizo caer al suelo unas manzanas de oro que atrajeron la atención de Atalanta y la distrajeron de la carrera, que perdió. El mito concluye con la unión impía de los amantes dentro de un recinto sagrado de Zeus, quien, irritado, los convirtió en leones. Más tarde Cibeles, compadecida, los habría uncido a su carro.

La diosa romana equivalente de Cibeles era Magna Mater.

La Magna Mater, la fuente de vida, se enfureció contra su amante Attis (el dios de la vegetación), porque le había sido infiel. Presa de un ataque de celos, Magna Mater mató y castró a su amante, enterrándolo a continuación bajo un pino. Tras llorar su muerte le devolvió la vida.
Las estaciones reproducen esta historia: la vegetación se marchita en otoño, muere en invierno y revive en primavera, momento en el que tienen lugar las grandes ceremonias en honor de la Magna Mater.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Silencio

















Decía William Shakespeare que es mejor ser rey de tu silencio que esclavo de tus palabras.
Después de permancer tres meses y medio en silencio, quizás porque no tenía nada que decir o quizás porque lo que iba a decir no era mejor que estar callada, aquí estoy de nuevo, aunque realmente no esté diciendo nada...

Os he echado de menos.