
Tengo un ángel de la guarda, bueno varios
Tengo un fantasma que no da miedo porque es bueno
Tengo unos zapatos de bruja
Tengo una mascota imaginaria
Tengo un fragmento de mar en la memoria
Tengo un alma gemela ¿dónde estás?
Tengo aroma de polvos de talco
Tengo caricias
Tengo campo, bosque y montaña en la retina
Tengo sonido de lluvia y de violines
Me tengo a mí
Vida
2 Caricias:
Todo cuanto has dicho que tienes es precioso. Pero lo más precioso, o aquello que más debería serlo eres tú mism@. Si nos tenemos a nosotr@s mism@s, poca cosa puede ir mal. O al menos, fijo que la compañía va a ser agradable y el mal trago va a acabar pasando.
Abrazos fuertes, Vida, y gracias de nuevo por compartir todo esto con nosotr@s.
Sí, es momento de sacudirse la tristeza y el miedo de encima y de disfrutar de la compañía más maravilosa que se pueda tener: la de uno mismo!
Un beso, Susana.
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